lunes, 28 de marzo de 2011

Capitulo 4

Reencuentro

En la tarde me dispuse irme a la casa, para ser mi primer día en la escuela, todo había salido muy bien, tenía amigos nuevos y por lo visto había quedado emparejada para trabajar con el chico más guapo del lugar. Las cosas empezaban a mejorar un poco.

Todo era tan tranquilo en Lexington a diferencia de San Francisco, era un acierto total de mi tía Taylor traerme hasta acá y no mudarse hasta San Francisco, aquí todo era más tranquilo y ella sabía de sobra que yo adoraba estar aquí. Llegué a eso del medio día a la granja, había bastante movimiento; almorcé y subí a cambiarme de ropa para ver en que podía ayudar.

-Taylor te está esperando en los potreros_ me dijo Prue al bajar las escaleras. Fui hasta los potreros que quedaban a unos metros de la casa, era inmenso, la granja siempre participaba en concursos equinos y en carreras en el hipódromo Keeneland y maravillosamente siempre quedaba de ganador o en los primeros lugares, el dinero caía muy bien a la granja para aliviarse gastos. Había peones trabajando arduamente dentro de los potreros cargando eno, sacos con alimento, en fin. Vi a mi tía Taylor parada en la entrada de uno de los potreros acariciando a un caballo, me acerqué y era la yegua de mi mamá, Holly

-Hola tía, me dijo Prue que me buscabas_ estaba algo ida, la acariciaba suavemente con la expresión algo triste, no era difícil imaginar que pensaba en mi madre

-Oh! Hola Crys, si te estaba esperando, te tengo un regalo que se que te va a gustar mucho

-Más regalos tía?

-Sabes que no me canso. Ven conmigo_ su sonrisa se repuso en cuestión de segundos, ella era tan divertida y feliz a pesar de las cosas malas que pudieran pasar en su vida. La seguí hasta la parte de atrás de los potreros, un muchacho corpulento estaba de espaldas ensillando a un caballo exageradamente blanco, era hermoso_ Bien, y qué opinas?_ me preguntó señalando al caballo en cuestión

-Wow! Es hermoso…

-Ahora es tuyo, lo compré hace 3 semanas. Es un Pura Sangre Inglés_ abrí los ojos como platos, y la quijada se me cayó por el asombro, los ojos se me aguaron

-Tía gracias….!!!!_ salté encima de mi tía para abrazarla, sin duda ese sería el mejor regalo del mundo, ya que mi yegua había muerto cuando yo tenía 10 años

-Por nada. Por lo que veo te gustó…_ liberé a mi tía Taylor de mi abrazo torturador y voltee hacia el caballo, el chico que estaba ensillando al caballo volteo me supongo debido a mi grito de felicidad, para mi sorpresa era el chico sin nombre de la escuela

-Tu…?_ dije algo confundida acercándome poco a poco a él detrás de mi tía

-No recuerdas a Ian, Crystal? Después que pasaban horas en el río cuando eran niños

-Crystal?_ dijo él con el mismo grado de asombro que yo. Estaba algo sucio, pero eso lo hacía más sexi de lo normal, o al menos de la mañana que fue cuando lo “conocí”

-Hola compañero…_ dije sonriendo un poco, ya se me había olvidado la presencia del caballo, estaba embelesada. Ambos sonreímos y mi tía aclaró la garganta ruidosamente haciendo notar su presencia

-Bueno niños, vayan a dar una vuelta. Ian te va a mostrar todo lo que te has perdido en estos años de ausencia. Que se diviertan… espero que no hayas olvidado montar_ mi tía sonrió y me guiñó el ojo pero Ian notó esa guiñada de ojo y me puse nerviosa, fue bastante incomodo. Ian terminó en cuestión de segundos de ensillar a mi nuevo caballo y sacó otro caballo del potrero para ir conmigo a donde fuera que me iba a llevar. Intentó ayudarme a montarme en el caballo pero no lo dejé

-Ya veo que no has perdido esa autosuficiencia…_ ambos sonreímos. El se montó en su caballo y nos echamos a andar_ Bien, y que nombre le vas a poner a tu nuevo caballo?

-Ehm… no lo sé aun. Es hermoso, “blanco”, fuerte. Creo que le voy a poner Pegaso, aunque le faltan las alas…_ reímos ruidosamente_ Ahora trabajas en la granja?

-Sí, trabajo con tu tía Taylor desde que tengo 13 años todas las tardes, me ocupo de los caballos. Tu nunca volviste a pesar de haberlo prometido…_ mi sonrisa desapareció rápidamente y lo vi a los ojos

-Espero que valga de algo un “lo siento”

-Supongo que ya no importa_ sonrió tímidamente dejando ver su perfecta dentadura, la verdad había dado un giro de 180 grados, no era ni la sombra de lo que pudo haber sido. Seguimos por la cerca de madera hacia el norte de la granja, había cientos de caballos, muchos de ellos estaban siendo entrenados para las carreras y las exhibiciones. Definitivamente mi tía debió haber ganado la lotería para tener todo esto, hasta donde recordaba, la granja no era tan fructífera como la veía ahora, de hecho estuvo una vez a punto de ser propiedad del banco por problemas con el pago de la hipoteca, pero milagrosamente no perdió la granja.

-Y ahora qué? Me enteré que eres el chico popular de la escuela…_ dije para abrir una conversación entre nosotros, ya que llevábamos 10 minutos sin pronunciar ninguna palabra

-Yo no me catalogaría así

-La modestia. Ser popular no es pecado, siempre y cuando sepas aprovechar para bien esa popularidad

-Estoy de acuerdo contigo_ llegamos hasta la parte más alta de Bluegrass donde estaba un grupo de arboles con hojas amarillas y naranja, lo recordaba con plena exactitud, allí era donde veníamos mi papá y yo cuando salíamos a cabalgar. Me bajé de Pegaso y lo amarré de la cerca; me recosté de ella a mirar el horizonte, todo era tan verde_ Pasa algo?

-Yo solía venir aquí con papá después de cabalgar en las tardes, me cargaba y me sentada en esta cerca y me decía que algún día yo iba a ser tan grande como todo esto_ liberé una lagrima e Ian puso su mano en mi hombro; me la limpié rápidamente_ pero supongo que ya no soy una princesa y mi grandeza será menor sin los reyes_ sonreí forzadamente e Ian me siguió la corriente

-No sabes lo feliz que me hace que estés de vuelta_ ese comentario no me lo esperaba, pero sabía de sobra que Ian trataba de levantarme el ánimo. Le sonreí abiertamente

-Y yo estoy feliz de haber regresado_ nos miramos por unos segundos y decidí interrumpir ese momento_ jum! Cuéntame cómo va todo por aquí, ponme al tanto de Lexington, Bluegrass, la granja, tu

-No hay mucho que contar la verdad, todo está relativamente igual. La granja ha crecido mucho como puedes darte cuenta, tu tía Taylor la lleva muy bien, tiene varios años sin tener ningún problema financiero ni ningún otro

-Y de ti que hay? Ya veo que atrapaste a la chica popular, Chloe es que se llama no?

-Chloe?_ frunció el ceño sonriendo un poco_ no, ella y yo no tenemos absolutamente nada_ me reí y negué con la cabeza_ de qué te ríes?

-Un chiste interno la verdad

-No has dejado eso?

-Supongo que no…_ sonreí un poco. Era impresionante la paz que me traía Ian, el siempre fue mi mejor amigo, pero lo abandoné, por llamarlo de la forma más cruel que hay y en efecto algo había cambiado entre nosotros_ Ian, por qué no eres parte del equipo de la escuela? Siempre te gustó el futbol

-Los gustos y preferencias cambian, tu sabes de eso…_ yo sabía a qué se refería Ian con <> estaba dolido por haberlo dejado y no haber cumplido mi promesa de regresar. Ian era diferente a como lo recordaba, no solo en lo físico, sino la personalidad o por lo menos conmigo había cambiado y era de esperarse_ Es mejor que nos vayamos, ya está oscureciendo.

viernes, 25 de marzo de 2011

Capítulo 3

Lafayette High School

Por primera vez en muchos días pude dormir tranquila y toda la noche, me desperté automáticamente al escuchar un gallo cantando, era extraño levantarse de esa manera. Abrí los ojos lentamente y ya el sol empezaba a asomarse; me quedé unos minutos acostada mirando hacia el techo pensando en lo que me podía esperar el día, nunca había pasado por la experiencia de ser “la nueva”, y ese día seria mi primer día en el high school de Lexington. Me levanté, me cepillé los dientes, me lavé la cara con agua helada a ver si me cambiaba la imagen de mi rostro en el espejo.

Bajé a eso de las 7.00 de la mañana a la cocina, Prue estaba sirviendo el desayuno, la luz del sol se colaba por todas las ventanas de la casa, todo estaba tan iluminado que resultaba cegador

-Buenos días mi niña…

-Buenos días Prue_ En eso entró mi tía Taylor y Sean con una cesta repleta de huevos y una caja plástica con botellas de leche respectivamente_ Buenos días tía, buenos días Sean_ ambos me sonrieron y dejaron sus cargas encima del mesón de la cocina

-Siéntate Crys, hoy tenemos desayuno bien fresco_ me senté mientras Prue ponía un plato en frente de mi con huevos, pan tostado, mermelada, queso y un vaso de leche fría. El desayuno era increíblemente bueno, la mayoría de las cosas que comía eran de la granja. Terminé de desayunar rápido

-Crystal vamos a la escuela antes de que se haga tarde_ me dijo mi tía Taylor, tomé mi mochila y salimos hasta donde estaban las camionetas estacionadas, cuando llegamos a la camioneta amarilla donde Sean nos había ido a buscar al aeropuerto se paró en seco, extendió su mano derecha con las llaves hacia mi_ Ten, es tuya…_ sonreía mágicamente. Yo no entendía muy bien de que se trataba todo eso, nunca había tenido un carro propio

-Que es mío? La camioneta?

-Si, es un regalo de bienvenida. Bueno, uno de ellos…_ como siempre, mi tía Taylor iba a buscar la forma de hacerme sentir bien, y vaya manera de lograrlo

-En serio!? Quiero decir, tía no es necesario

-Si lo es, no pensaras que tendrás chofer todos los días…_ dijo bromeando

-Pero me puedo ir en el autobús escolar

-No, nada de eso. La camioneta ahora es tuya. Maneja con cuidado_ dijo mientras se alejaba hacia la casa sonriendo. Vi las llaves con las cejas arqueadas sonriendo y negando con la cabeza <> abrí la puerta del chofer y me subí, metí la llave en el suiche y la encendí, respiré profundamente y le di reversa, miré hacia el porche de la casa, mi tía Taylor estaba parada en las escaleras del porche despidiéndose con la mano derecha. Conduje a velocidad media hasta el centro de Lexington hasta que llegué al high school, hasta que llegué al Lafayette high school, era inmenso, de ladrillos, con ventanas de cristal con bordes blancos, había miles de estudiantes por todos lados. Estacioné la camioneta, tomé mi mochila y me bajé, miré el edificio y respiré profundo, estaba nerviosa <>, me eché a andar hasta la dirección para pedir mi horario y me asignaran casillero. Toqué la puerta de la dirección y una voz ronca me respondió desde adentro <> abrí la puerta inmediatamente

-Disculpe, es usted el profesor Tanner?

-Dependiendo de quién lo busque. Usted debe ser la señorita Anderson

-Así es_ sonreí amablemente. El profesor Tanner era de baja estatura de facciones duras, voz ronca, calvo con lentes, ojos un poco saltones

-Bienvenida a Lafayette, estamos seguros que aprovechará al máximo nuestro sistema educativo_ salimos de su oficina y me guio hacia mi casillero, sonó el timbre y el pasillo quedó desierto, el señor Tanner me guió hasta mi aula de clases_ Buenos días profesor O’Connor, ella es la nueva estudiante Crystal Anderson

-Bienvenida señorita Anderson_ el director salió del aula y me quedé en frente del Prof. O’Connor en silencio mientras todos los demás dentro del aula nos miraban fijamente en silencio_ Bueno señores, ella es nuestra nueva compañera, la señorita Crystal Anderson. Por favor tome asiento_ no dudé ni dos segundos en seguir sus instrucciones y me fui a uno de los dos lugares vacios de la parte trasera del salón de clases_ bien señores hoy formaremos parejas para hacer el informe sobre Mitología griega que lo deberán entregar dentro de dos semanas_ todo el mundo se revolucionó dentro del salón de clases, unos gritaban por encima de la voz del otro buscando sus parejas de trabajo, yo estaba encajonada viendo a todo el mundo porque no podía elegir a alguien con quien trabajar porque no conocía a nadie, ni nadie me conocía a mi_ Silencio por favor! Señorita Anderson, me imagino que usted sigue sin pareja, no se preocupe que le asignaré una actividad especial_ en eso abrieron la puerta del salón de clases bruscamente

-Disculpe profesor O’Connor, puedo pasar? Es que se me accidentó la camioneta y….

-Sabe cuáles son las reglas. Pero llega justo a tiempo. Pase adelante, su pareja será la señorita Anderson_ el chico dejo verse finalmente, era alto, definido corporalmente, debía ser un jugador de futbol, cabello alborotado oscuro y ojos azules oscuros, verdaderamente sexi para ser verdad. El chico en cuestión entro al salón y se sentó en el pupitre que estaba a mi lado vacío

-Tu debes ser la señorita Anderson

-Preferiría que me llamaras Crystal nada más

-Dejemos las presentaciones para más tarde por favor_ dijo el profesor O’Connor autoritariamente. Continuó dando la clase de forma interesante, el tema era William Shakespeare. Sonó el timbre de salida y todos empezamos a recoger nuestras cosas rápidamente, me levanté del pupitre y el “chico sin nombre” me detuvo

-Disculpa, Crystal, Crystal, no?_ afirmé con la cabeza_ sobre qué es el informe?

-Mitología griega

-Ah ok, bueno yo…

-Siempre llegando tarde grandulón_ se acercó una chica pelirroja se facciones finas y perfiladas, exuberante de mirada intensa_ la chica nueva… Chloe Johanson

-Crystal Anderson_ sonrió malévolamente a mi parecer y se dirigió hacia el chico

-Nos vamos? Llegaremos tarde al laboratorio_ haló al chico del brazo, este me hizo un gesto de disculpa pero le dije moviendo solo los labios sin emitir sonido <>. Fui directo hasta mi casillero a guardar los libros de literatura, me dispuse irme hasta la cafetería para comer algo, la cafetería estaba llena de estudiantes por todos lados, todos aglomerados por grupos como siempre: los nerd, los populares, los normales. Siempre me pregunté por qué los humanos nos separábamos de esa forma. Compre un jugo de naranja y unas galletas, para mi alegría había una mesa vacía entre tanto alboroto, la mayoría me observaba al pasar, era evidente el por qué. Alcancé a ver que el chico sin nombre y Chloe estaban sentados en la mesa del centro de la cafetería junto con otros chicos y chicas que indicaban ser los populares. Me senté en la mesa vacía y empecé a comer mis galletas

-Creo que nos han invadido…_ dijo una voz femenina detrás de mí. Voltee y eran dos, una chica y un chico. La chica que me había hablado era de raza hawaiana, muy linda, delgada, cabello oscuro extremadamente liso el nivel de los hombros, ojos achinados, nariz pequeña y respingada. El chico era rubio oscuro, ojos almendrados, delgado pero definido, bastante simpático

-No era mi intención “invadirlos” pero podemos compartir la mesa si gustan_ ambos se miraron uno al otro impresionados por mi respuesta y se sentaron en frente de mí

-Wow! Tienes personalidad, eh? Cualquier otro se hubiera ido de la mesa. Eso habla muy bien de ti_ dijo el chico sonriendo_ Jared Sawyer

-Kamali Akana

-Crystal Anderson_ los tres sonreímos amablemente

-Si ya lo sabía. Eres la nueva comidilla de aquí

-Y eso es bueno?

-Dependiendo en quien seas. Pero por lo que veo te convertirás en una más del grupo los populares. Tienes madera

-Y eso es malo?

-Todos quieren estar allí Crystal

-La verdad nunca me ha quitado el sueño pertenecer a la porristas del equipo de futbol de la escuela ni andar con el mariscal de campo como en la mayoría de los casos de las chicas populares

-Vaya! Esa si es una novedad en una adolescente

-Eso no quiere decir que no me gusten los chicos lindos Jared_ ese comentario debió ser algo incomodo ya que tanto Jared como yo nos sonrojamos un poco

-Bueno ya veo que no tengo posibilidades de salir algún día contigo Crystal

-Por qué lo dices?

-Soy el mariscal de campo del equipo_ Kamali se rio disimuladamente y yo abrí los ojos como platos

-Atacaste su ego, Crystal

-Y por qué no estás con el resto del equipo ganduleando y con una novia porrista?

-No es mi estilo. Soy mariscal de campo porque supongo que soy bueno en ello y el entrenador me dio el puesto, pero no soy bueno con eso de la mega popularidad. Soy popular por ser el mariscal y haber ganado muchos partidos, solo por eso. El resto se lo dejo a aquel grupo de allá que si se lleva bien con el título de popularidad innata_ miré hacia la mesa del centro donde estaban los chicos con chaquetas con el nombre de Lafayette High School y el dibujo de un león de perfil. La chaqueta era negra con rojo con bordes en blanco. El chico sin nombre no llevaba la chaqueta, pero encajaba perfecto dentro del grupo

-Y quién es el chico que no lleva la chaqueta?

-Mr. Popularidad. A su manera, pero al fin y al cabo popular_ dijo Kamali_ tuviste la fortuna de quedar con él en el informe de literatura

-Si ya veo… Y Chloe es su novia?

-Es la jefa de las porristas. Su papá es dueño de una de las granjas más grandes de Lexington. Y ella siempre jura que son novios pero no lo son_ se hizo una breve pausa y antes de poder formular la siguiente pregunta Jared intervino

-Ya es hora de irnos, se no va a hacer tarde para ir al laboratorio de biología

lunes, 21 de marzo de 2011

Capítulo 2

Lexington - Kentucky

Llegó el día de irme a Kentucky, la compañía de mudanzas llegó temprano para llevarse las cosas de mi habitación y el estudio, la casa se puso a la venta, y por lo que me contó mi tía ya había varias ofertas de compra. Apenas toque el suelo en del Lexington, Blue Grass Airport me sentí extraña, pero sabía de sobra que era algo normal, mi tía Taylor siempre me sonreía dándome ánimos; ella era tan especial parecía un ángel, hermosa al igual que mi madre: cabello oscuro, ojos café y brillantes como la luna, cara perfilada e impresionantemente soltera.

Uno de los capataces de la granja llegó por nosotras al aeropuerto en una camioneta Ford F-150 color amarillo. Era como de unos 30 años, bien parecido, rubio, ojos verdes aceituna

-Bienvenidas a casa…_ dijo con una gran sonrisa

-Gracias Sean…._ dije sonriendo amablemente. Sean ha trabajo en la granja desde que tenía memoria, incluso cuando la granja era de mis abuelos, para aquel entonces era el muchacho que limpiaba los potreros, recordé que tan feliz era allí, jugaba con su sobrino Ian. Todo era tan perfecto y nunca pensé regresar a Lexington bajo estas condiciones.

Llegamos a la entrada de la granja donde estaba el acostumbrado letrero que decía Granja Jones. La casa era de color amarillo pálido con detalles en blanco, era de 2 pisos y un porche bien amplio donde recordaba que mi mamá y mi tía Taylor solían cantar con sus guitarras en compañía de algunos trabajadores de la granja en los ocasos de los sábados cuando preparábamos una barbacoa. Ambas gozaban de voces hermosas y mi tía había ganado a mi edad varios premios estatales de música country.

Sean se estacionó, mi tía y él me miraron por unos segundos, me sentí extraña ya que estaba en el medio de los dos, Sean y mi tía se bajaron de la camioneta mientras yo me quedé congelada viendo hacia la casa, en realidad tenia la mente en blanco

-Crystal?_ reaccioné bruscamente_ No vas a bajar?_ afirme con la cabeza. Sean bajó las maletas con la ayuda de otro chico que era primera vez que veía.

Mi tía Taylor pasó su brazo izquierdo por sobre mis hombros y caminamos hacia las escaleras del porche de la casa cuando abrió la puerta Prue, la nana de mi tía y mi mamá, ella siempre fue tan dulce, de hecho eso era lo que emanaba, sus facciones eran tan delicadas a pesar de su contextura física, era gorda, cabello castaño claro liso, la mayoría de las veces con una trenza

-Bienvenida a casa Crysal…!_ dijo con una sonrisa amplia y abriéndome sus brazos para abrazarme

-Gracias Prue_ entramos a la casa y se veía tan diferente, mi tía Taylor la había remodelado, estaba de lujo. El hall estaba pintado de un color salmón claro con detalles en blanco, estaba estupefacta viendo los detalles

-Y que tal? Te gusta?_ me preguntó mi tia algo emocionada por saber mi respuesta

-Está increíble…

-Vayamos a tu “nueva” habitación_ recalcó nueva me suponía porque había remodelado mi vieja habitación también. Subimos las escaleras y Sean abrió la puerta de mi habitación, estaba pintada de color lila muy claro, igualmente con detalles en blanco, luces que reflejaban estrellas pequeñas en el techo, estaba más amplia que antes. La cama estaba vestida con un edredón blanco con flores mínimas de color morado intenso, el juego de cuarto era blanco mate deslumbrante, habían lirios en floreros alrededor del cuarto. Caminé unos pasos hacia adentro con la boca abierta admirando todo

-Creo que acertaste Taylor…_ dijo Sean dejando mis maletas al lado del closet. Caminé hasta la peinadora que era inmensa, habían perfumes, cofres y del lado izquierdo habían 3 portarretratos: uno tenía una foto mía montada en un caballo cuando tenía 5 años, otra con mis padres al lado del árbol de navidad y otro con mi tía Taylor cuando fuimos de vacaciones a Massachusetts. Sonreí débilmente al ver estas fotos

-Tía… de verdad muchas gracias, está hermoso…

-Tu expresión es mi regalo, esa sonrisa sincera. No tienes nada que agradecerme. Te dejamos sola para que arregles tus cosas.

-La cena ya va a estar lista. No tardes…_ me dijo Prue cerrando la puerta dejándome completamente sola en la habitación. Me sentí pequeña allí, todo estaba puesto en perfecto orden, olía a lavanda. Tomé una de mis maletas y la puse sobre la cama y la abrí. Empecé a sacar cosa por cosa y colocándola en su nuevo lugar en mi nueva habitación; todo lo hice con sumo cuidado y lentitud, me sentía como un zombi, hacia todo mecánicamente, no tenia expresión facial, la había perdido por completo, lo peor de todo es que tampoco lloraba, me sentía presa dentro de mí misma, sentía la necesidad de gritar hasta quedarme sin voz, de correr hasta que mis piernas no pudieran mas.


Capítulo 1

El inicio de mi fin

Tener que acostumbrarme a esta nueva vida que me esperaba, no era fácil para mí. Mis padres tenían apenas 1 semana de haber fallecido en un accidente automovilístico, quedé prácticamente sola, no tengo hermanos ni hermanas, soy hija única, mi familia era muy pequeña solo tenía una tía, pero casi nunca la veía ya que vivía muy lejos, ahora lo más seguro era que me tenía que mudar a Kentucky con ella, por lo menos hasta que cumpliera mi mayoría de edad, y eso no iba a ocurrir sino hasta dentro de más de un año.

-Crystal, creo que ya es momento de hablar_ me dijo mi tía Taylor mientras estaba en el comedor de mi casa. La miré expectante, pero yo sabía exactamente que era lo que tenía que decirme_ Como te sientes con todo esto?

-En realidad tengo que responder eso?_ desde la muerte de mis padres había empezado a actuar extraño, estuve alejada de la gente, me la pasaba encerrada en mi habitación

-Tienes razón. Todo esto fue tan de repente, pero como decía tu madre <>

-Tía Taylor, cuando nos vamos a Kentucky?_ ella me vio algo asombrada, pero ella sabía que era más lista de lo que parecía

-Crystal, sé que no quieres este cambio, pero yo no puedo venirme a San Francisco, no puedo vender la granja.

-Tranquila, que entiendo más de lo que crees_ Taylor me tomó las manos sonriendo débilmente dándome fuerzas, yo le sonreí por educación, la verdad quería que me dejara sola, no quería bajo ningún motivo irme de San Francisco

-Nos vamos pasado mañana, quieres que te ayude a empacar?

-Creo poder yo sola…

-Kentucky te va a encantar, velo como una nueva oportunidad que te da la vida_ Taylor salió del comedor y subí a mi habitación. Cuando era niña siempre iba a Kentucky con mis padres, mi mamá y mi tía Taylor se habían criado en la granja que era de mis abuelos y ahora le pertenecía a Taylor.

La tía Taylor era la menor, y la verdad a veces parecía más una hermana que una tía, era bastante joven, sólo tenía 28 años. Antes cuando iba a la granja era tan feliz, mi papá me llevaba a montar a caballo todas las tardes, la verdad es que nunca me quería bajar. Me escapaba a veces a los establos para ver a los caballos; pero no fuimos más a Lexington desde que tenía 12 años. Tener que abandonar San Francisco era terrible para mi, tenía toda mi vida viviendo allí, tenía muchos amigos a la cual iba a extrañar y ya solo me faltaba menos de un año para graduarme en la secundaria, pero supongo que ahora tenía que seguir el año escolar en Kentucky.

La muerte de mis padres fue tan desastrosa para mi, ellos iban a una exposición de ciencias en el Plaza, mi madre insistió en que los acompañara, pero la verdad es que no quería ir por alguna extraña razón, extraña porque siempre adoré ir a exposiciones de lo que fuera, foros, reuniones sociales, fiestas, siempre fui muy sociable, pero tampoco es que fui la chica popular, simplemente se me daba estar con la gente, me gustaba investigar y estudiar cosas, mi papá decía que iba a ser una gran periodista, pero aun con la edad que tenía y mi proximidad de salir del high school, todavía no tenia fijo un rumbo el cual seguir y ahora con la muerte de mis padres menos aun. Me sentía perdida, si no fuera por mi tía Taylor no sabría que hacer o incluso a donde ir, a pesar de no quererme ir, tenía que aceptarlo porque no tenía alternativa, no me quedaba de otra sino seguir viviendo con o sin mis padres y en otra ciudad, que en este caso no era ciudad sino un pueblo.